Nicolas Chaillan fue nombrado Chief Software Officer del Pentágono en mayo de 2019: era el primero en ocupar dicho cargo, una gran responsabilidad en una era en que las guerras se ganan en gran parte gracias a la inversión en desarrollo tecnológico, y en la que conceptos como 'ciberataque' o 'robot' forman parte de los activos del Departamento de Defensa.
Sin embargo, Chaillan anunció en septiembre su dimisión. Y ahora conocemos el motivo de la misma: considera que Estados Unidos ya ha perdido la guerra de la inteligencia artificial contra China. No que "esté a punto de perderla", no: para él, son hechos consumados:
"No tenemos ninguna posibilidad de competir contra China en 15 o 20 años […] se acabó".
China busca consolidar su liderazgo desde la escuela
China presentó un programa para seleccionar a estudiantes de secundaria y formarles en el diseño de armamento con IA. Sin embargo, para ampliar esa clase de iniciativas el régimen necesita ampliar la formación en inteligencia artificial en las etapas educativas previas.
No, no estamos ante el argumento de alguna clase de remake de "El Juego de Ender", sino ante una noticia difundida por el South China Morning Post sobre un programa experimental puesto en marcha por el régimen chino en el Instituto de Tecnología de Pekín (o BIT), que certifica la importancia que las autoridades del gigante asiático le conceden a la introducción de inteligencia artificial en los proyectos de tecnología militar.
Cientos de escuelas del gigante asiático se han puesto manos a la obra, y ya tomando medidas para posicionar en este campo a sus estudiantes ya desde la educación preescolar, gracias a una iniciativa impulsada en verano por la UNESCO e instituciones chinas.
China era consciente, hace ya unos años, de que tenía un problema: EE. UU. estaba a la cabeza en el desarrollo de tecnología de IA en parte gracias a una fuga de cerebros que provocaba que sus jóvenes mejor formados terminaran trabajando, directa o indirectamente, para el enemigo.
Ahora, China no sólo está logrando invertir esta tendencia, sino que se ha puesto a trabajar en formar a sus jóvenes en el desarrollo de IA desde preescolar y primaria… de tal modo que, al llegar a secundaria, pueda 'fichar' a sus alumnos más brillantes para desarrollar armas inteligentes.
Paralelamente, el Ministerio de Industria chino diseñó un plan, destinado a situar al gigante asiático a la cabeza del desarrollo de IA a lo largo de la década siguiente, casi al mismo tiempo que se situaba a la cabeza de número de investigaciones académicas en esta área.
Ahora, según el dimitido Chaillan, queda claro que los chinos han cumplido sus objetivos mucho antes de lo previsto, y que esta carrera tecnológica al contrario que la del espacio contra la URSS han pillado a los Estados Unidos con el pie cambiado.
Una protesta contra la desidia gubernamental y los reparos éticos de Silicon Valley
De hecho, según reconoce el propio Chaillan, su dimisión tiene también una vertiente de protesta contra la desidia de su país en tomar medidas contra el ascenso chino; pero no culpa únicamente al gobierno de su país, sino que también señala de forma directa a gigantes de Silicon Valley como Google.
Y es que la compañía del buscador, alegando toda clase de reparos éticos de los que los chinos no hacen gala, se ha negado en repetidas ocasiones a trabajar codo con codo con el Ejército estadounidense en proyectos de desarrollo de IA… mientras los gigantes tecnológicos chinos están obligados a ayudar a su gobierno (mediante inversiones millonarias de I+D) en este mismo campo.
Pero esto va más allá de la IA: Chaillan también denunció que las ciberdefensas de algunos departamentos gubernamentales tienen un"nivel de jardín de infancia" y que los militares son puestos una y otra vez a cargo de iniciativas cibernéticas para las que carecen de experiencia.
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