Está seis puestos por delante de España en el Índice Europeo de Innovación, su ecosistema tecnológico crece a una media anual del 30% -según un estudio de la incubadora Beta-i- y su capital, y casi el 90% de sus municipios apoya algún programa emprendedor, según un informe de Everis. Son algunos datos que describen el florecimiento del ecosistema de innovación y emprendimiento de Portugal en los últimos 10 años, y especialmente desde 2016.
El apoyo gubernamental y de las diferentes administraciones, su situación geográfica y unos precios asequibles, junto con la seguridad, un extensivo sistema de movilidad, una alta condensación y un buen nivel, son algunos de elementos que destacan como destino emprendedor. A estos se une un evento: Web Summit, “una clara contribución al crecimiento del ecosistema tecnológico en Portugal como lugar donde contratar talento técnico, construir equipos y abrir oficinas de innovación tecnológica”, señala la Agencia FES en un documento titulado Portugal, el Silicon Valley de Europa.
Lo confirman en entrevista a INNOVADORES durante la edición de Web Summit Liliana Castro, fundadora de FES, y la emprendedora Inês Santos Silva, socia directora de la consultora de innovación Aliados. Santos Silva ha sido una de las impulsoras más activas de la escena emprendedora. Ha cofundado, entre otros, el programa de aceleración para aspirantes a emprendedores Startup Pirates (con presencia en 40 ciudades de todo el mundo) y PortugalStartups.com: un portal de noticias vendido a Espacio Media Incubator. También trabajó como Asesora Especial en el Gabinete de la Secretaría de Estado de Industria para temas relacionados con políticas públicas para startups.
Ella formó parte de los comienzos, allá por 2010. “Éramos un puñado de locos que, en un contexto de crisis económica, pensaron que tal vez emprender podía ser nuestra forma para hacer algo por el país, de crear empleo y riqueza para Portugal”, recuerda. Desde entonces -dice- la situación ha cambiado mucho. “Tenemos 150 incubadoras y docenas de aceleradoras top, muchas empresas que han pasado por diferentes fases de inversión, algunos unicornios y eventos como Web Summit que traen muchos inversores, emprendedores y aliados a nuestro ecosistema”, destaca. “Lo hemos conseguido”, añade.
Sin dejar de ser optimista, Santos Silva reconoce que hay cosas de las que quejarse. Entre ellas no está -al contrario que en España- el papeleo para crear una empresa. “La burocracia no es un obstáculo. Crear una compañía es muy fácil, puedes hacerlo en una hora”, afirma. Es el resto lo que es “mucho más difícil”. ¿Por ejemplo? “Encontrar talento.
Es muy complicado dar con los perfiles adecuados. Es un problema global”. Lo es incluso a pesar de que cuentan con programas como la Visa StartUp, que concede la residencia en Portugal a fundadores de empresas de base tecnológica de otros países. Su objetivo es atraer inversión, talento e innovación a Portugal. Los requisitos: una facturación potencial demostrable de más de 325.000 euros, venir de fuera del área de Schengen y probar que su empresa generará empleo.
Entre los programas para emprendedores se encuentra también el Startup Voucher para jóvenes fundadores (de entre 18 a 35 años). Proporciona la asignación de varias herramientas técnicas y financieras para la creación de nuevas empresas innovadoras en fase de idea. Para empresas ya creadas, pero con menos de un año, tienen un ‘bono de incubación’, que ofrece apoyo mediante la contratación de servicios prestados por incubadoras certificadas para servicios de gestión, marketing, asesoramiento y soporte legal, digitalización, protección de la propiedad intelectual y concurrencia a concursos de emprendimiento e innovación.
Impulsar la inversión
Portugal cuenta también con diversas iniciativas para fomentar la inversión en startups. Entre ellos, un programa de visas para inversores, las Golden Visas. Se trata de un permiso de residencia para inversores que ofrece residencia y, finalmente, ciudadanía, para cualquier persona que invierta al menos un millón de euros en la economía local, compre una propiedad por valor de 500.000 euros o cree 10 empleos.
Fonseca coincide con el diagnóstico de Santos Silva y de Castro en lo positivo: “Tenemos excelentes universidades y un talento increíble, el país es muy seguro, tiene una calidad de vida inmejorable y hemos creado compañías tecnológicas exitosas”, afirma. También señala el escollo de encontrar ciertos tipos de perfi (por ejemplo, personas que trabajen en ventas o en marketing con mentalidad tecnológica) debido a que la falta de madurez del mercado. “Hay falta de conocimiento sobre lo que se necesita para crear una compañía tecnológica exitosa global y recaudar dinero; debemos dar el ecosistema un poco más de tiempo para que todas las piezas se pongan en su lugar”, asegura.
Como inversora en empresas tanto portuguesas como españolas, señala las principales diferencias entre ambas, con las que coinciden también Santos Silva y Castro: las startups nacen pensando en global “porque el mercado local es demasiado pequeño como para marcar la diferencia”. “Incluso como mercado de prueba, tener éxito en Portugal no significa mucho. Dado que hay poca competencia”, explica la inversora.
De las empresas españolas destaca que “pueden aprovechar el mercado local mucho mejor para probar soluciones, pero luego tienen dificultades para encontrar clientes y abandonar España o los países de habla hispana cuando intentan escalar”. Las empresas españolas añade- “se enfrentan a más competencia, lo cual es una buena señal, y generalmente pueden iterar rápidamente”.
¿Tendría sentido hablar de un ecosistema de innovación y emprendimiento? “Claramente hay una oportunidad y varios actores están trabajando en ello. Por ejemplo, fondos de capital riesgo que están comenzando a explorar oportunidades en España y viceversa. También veo más empresas con estrategias, como el grupo Caixa Bank”, comenta.
En la industria de tecnologías de la información y telecomunicaciones, Portugal destaca especialmente en el e-government, en el número de operaciones realizadas a través de la red de cajeros, en la red electrónica de peajes etc. Para el futuro se posiciona como uno de los principales países de Europa para el desarrollo y plataforma para startups.
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