Seguramente habréis escuchado hablar de los bugs y de lo peligrosos que pueden llegar a ser. Pero, ¿Sabes qué son o en qué consisten los bugs?
Bug significa insecto, literalmente. En términos informáticos se refiere a un error o defecto en el software que hace que un programa no funcione correctamente.
El origen del término se remonta a 1889, cuando Thomas Edison utilizó la palabra bug para referirse al mal funcionamiento de un aparato. Sin embargo, no se popularizó hasta 1947 cuando los operadores del ordenador Mark III lo utilizaron para referirse a los fallos del ordenador.
Al revisarlo se dieron cuenta que uno de los relés tenía un comportamiento extraño y decidieron sustituirlo. Al hacerlo, se encontraron con una polilla atascada en su interior…y de ahí viene el término que utilizamos hoy en día para referirnos a los errores de software.
La aparición de un bug no implica que un programa se cuelgue o se cierre repentinamente, simplemente significa que el resultado no es el esperado. Así, surge cuando se dan unas condiciones específicas.
A medida que los programas evolucionan, se hace más posible la aparición de los bugs. De hecho es muy común que con cada nuevo sistema operativo que se lanza al mercado encontremos también un número importante de bugs. Todos estos fallos se irán corrigiendo con el tiempo, pero pueden tener consecuencias serias. Por ello siempre os recomendamos no ser los primeros en instalar las últimas novedades de MacOS o Windows.
Como os decimos, estos bugs son un tanto peligrosos, ya que pueden poner en peligro tanto a los usuarios como a las empresas. En este sentido, uno de los más famosos de los últimos años es Heartbleed, un bug que puso en jaque la seguridad online de Internet.
Si aún así no te queda claro qué es o en qué consisten un bug, echa un vistazo al vídeo.
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