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Cuándo debes cambiar la fuente de alimentación de tu PC



Estos componentes son productos con una larga vida útil, lo que dificulta saber cuándo debemos cambiar de fuente de alimentación. Tened en cuenta que no se quedan desfasadas como un procesador, tarjeta gráfica o memoria RAM, sino que su fin es muy simple, pero importante.


Es importante conocer las claves o los síntomas que nos avisan de que es el momento de cambiar nuestra fuente. No todo el mundo sabe cuáles son, así que solo suelen cambiar la fuente cuando se rompe u ofrece cables insuficientes para todas las conexiones.


Cuándo debes cambiar tu fuente de alimentación

A continuación, vamos a enseñaros las claves que debéis conocer para saber cuándo es el momento de reemplazar la fuente de alimentación. Además, aprovecharemos para daros algún consejo respecto a una futura actualización de este componente, lo que creemos que os puede ser útil.


Potencia insuficiente



Es el típico caso en el que compramos una fuente de alimentación justa para el equipo que montábamos por aquel entonces. Ha pasado el tiempo y hemos actualizado el PC, manteniendo la fuente de alimentación. Sin embargo, los componentes que hemos instalado consumen mucha más energía que los que instalamos en primera instancia.


Así que, tendremos una fuente que no suministra suficiente energía a todos los componentes. Veréis que podemos encender el PC y jugar con él, entonces, ¿cuál es el problema? Pues que la GPU y CPU no funcionarán al 100% de su rendimiento porque no reciben la energía suficiente para exprimir al máximo sus posibilidades.


Para aquellos/as que queráis actualizar la fuente por este motivo, echad un vistazo a lo que consumen vuestra GPU y CPU en plena carga para saber cuánta potencia necesitáis, así como elegid una buena certificación energética.



Reducir consumo


Puede que vuestra fuente suministre la energía que el PC necesita, pero el problema viene en la factura de la luz. Si nuestra fuente tiene una certificación energética inexistente o mala, va a ser mucho menos eficiente que otra que sí ostente una buena certificación.


A partir de una certificación 80 PLUS Gold obtenemos un cambio significante en el consumo de la fuente. Así que, este es otro motivo por el cual debemos saber cuándo cambiar la fuente de alimentación.


Si elegís una certificación Titanium o Platinum, podréis ahorrar bastante dinero en la factura de la luz.



Cuándo cambiar nuestra fuente de alimentación, si los cables son insuficientes



Este es un problema que afecta a las fuentes con cableado fijo, ya que las modulares o semi-modulares contemplan distintas configuraciones. Con una fuente de cableado fijo tendremos que buscar adaptadores que permitan la conexión de ciertos componentes, como son las tarjetas gráficas.


Al final, terminamos hartándonos de buscar adaptadores, por lo que terminamos comprando otra fuente de alimentación. No obstante, en nuestra opinión, es un error volver a comprar una fuente con este cableado porque tendremos el mismo problema en el futuro.


Una fuente modular o semi-modular nos dará muchas más opciones en relación a la conexión de componentes, así como nos ayudará a reducir el calor porque tendremos menos cables sueltos por el PC. Este último hecho actúa como obstáculo respecto al circuito de aire.


Os aconsejamos cambiar la fuente de alimentación en cuanto empecéis a instalar tarjetas gráficas con 2 conectores, como cuando suméis varios discos duros con conexiones SATA.


Inestabilidad


Es raro que ocurra este suceso, pero puede que hayáis experimentado cierta inestabilidad en vuestro sistema. Después de investigar a fondo, concluis que los culpables no son ni la CPU, ni la GPU, ni ningún otro componente. Puede que llegada a cierta carga de trabajo, la fuente no sea capaz de entregar suficiente potencia.


Esto puede causar cierta inestabilidad en el sistema, como son las caídas de FPS. Normalmente, es un error que ocurre en las fuentes de alimentación, no siendo nuestro problema. Insistimos en que este fenómeno no es lo normal, pero puede ocurriros. Lamentablemente, la solución es pasar por caja y adquirir una nueva fuente.


Rotura


Llega un momento fatídico en el que la fuente de alimentación dice basta, y no podremos hacer nada para arreglarlo. Así que, podría decirse que este es uno de los momentos en los que sabremos al 100% cuándo cambiar la fuente de alimentación, ya que ha quedado inoperativa.


Es importante que conectéis bien los pines de la caja PC a la placa base. Si vuestra fuente no trae protección contra cortocircuitos o sobrecargas, puede que os llevéis un susto. En concreto, conectar mal estos pines puede terminar con la vida de la fuente de alimentación.


Igualmente, no tiene por qué romperse por nuestra culpa. Es muy común la rotura de una fuente de alimentación por culpa de una bajada de tensión o porque los plomos salten.


¿Por qué se estropea la fuente de alimentación?

Como cualquier otro componente, puede fallar. Hay muchas causas que pueden terminar en una fuente estropeada:

  • Edad: aunque las fuentes tienen hasta 10 años de garantía en algunos casos, llega un momento en el que ya no dan para más puesto que al final los componentes internos tienen cierto desgaste con el uso y el paso del tiempo.

  • Interferencias eléctricas: las interferencias pueden terminar causando que la fuente no funcione adecuadamente, que salten los sistemas de protección y que quede inutilizable.

  • Picos de tensión: es la causa más común. Las fuentes tienen sistemas contra el sobre voltaje, pero a veces no son 100% efectivos y causan que se dañen los componentes internos, especialmente si la instalación eléctrica de la casa está en mal estado.

  • Calor: como todo componente eléctrico, las fuentes no funcionan bien a altas temperaturas. Si en el interior de la caja no hay una ventilación adecuada o el ventilador ha fallado, podría causar la muerte prematura del componente.



¿Cómo prolongar la vida de la fuente de alimentación?

No existe una fórmula mágica que garantice que la fuente te va a durar más tiempo, pero sí que hay algunas cosas que puedes hacer para favorecer que no se estropee:

  • Asegúrate de que tiene la potencia adecuada: aunque tu sistema consuma 450W como máximo, no instales una fuente de 500W porque la tendrás casi siempre a máximo rendimiento y, al final, esto acorta su vida útil. Mejor pasarte por exceso que por defecto.

  • No compres fuentes OEM: poco que añadir aquí. Siempre vamos a recomendar fuentes de marca y de buena calidad. Las fuentes OEM se estropean con facilidad y no tienen los mismos sistemas de protección. Lo barato sale caro.

  • Mantenla limpia: igual que el resto de componentes del PC, debes tratar de mantenerla limpia realizando limpiezas periódicas para evitar que el polvo se acumule en el interior.

  • Ojo a las temperaturas: no permitas que la fuente se caliente demasiado. Trata de que esté bien ventilada para evitar altas temperaturas.


En todos los casos, si crees que tu fuente de alimentación está estropeada no la intentes reparar tú mismo salvo que tengas elevados conocimientos de electrónica.




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