Cada día trabajamos más en la nube y nos gusta tener nuestros archivos siempre al alcance de nuestra mano. En este tutorial vamos a explicar todo lo que podemos hacer con un servidor doméstico, o comúnmente conocido como servidor NAS. También explicaremos sus ventajas e inconvenientes, y los equipos que podríamos utilizar para tener nuestro propio servidor doméstico sin depender de la «nube», sino que podremos tenerlo todo localmente.
Una máquina de este tipo en nuestro hogar nos abre un montón de posibilidades. No es sólo que podamos acceder a los contenidos que tenemos alojados en él de manera remota y de forma fácil y rápida, sino que también nos ofrece más posibilidades. Además, de un uso por motivos laborales, podríamos usarlo a nivel local y en Internet para compartir contenido multimedia como películas, series y montarnos nuestro propio Netflix en el servidor.
Lo siguiente que vamos a analizar son la ventajas e inconvenientes de tener un servidor en nuestra casa para que os podáis forma una opinión propia.
Ventajas de tener un servidor doméstico en casa
Hoy en día, una de las cosas que nos preocupan más a los usuarios es mantener nuestra privacidad a salvo. Por lo tanto, si nos decidimos hacer con un servidor doméstico, una ventaja muy importante es que los datos siempre están en nuestro poder. La diferencia es clara, ya que, si contratamos un servicio de hosting, o un servicio «Cloud» serían ellos los que tienen el control de nuestros datos personales.
Otra cosa positiva es que podemos configurarlo de la manera que queramos, es decir, tenemos una gran flexibilidad. En ese sentido podríamos elegir:
El sistema operativo que queremos utilizar, siempre que no elijamos servidores NAS de marcas como QNAP, Synology o ASUSTOR, los cuales ya vienen con un sistema operativo basado en Linux preinstalado.
Las funciones que le queremos dar, instalando el software correspondiente.
La seguridad que queremos establecer.
Elegir el tamaño de almacenamiento que deseemos.
Por otra parte, también podremos programar nuestras copias de seguridad. En ese sentido podríamos elegir el horario que más nos interese y cada cuanto tiempo queremos que se haga ese backup.
Para los usuarios domésticos, los servidores NAS de marcas como QNAP, Synology o ASUSTOR son la mejor opción, ya que viene con el sistema operativo preinstalado, con una interfaz gráfica de usuario muy intuitiva, y una gran cantidad de software que podremos instalar sin necesidad de entrar vía SSH al servidor e instalarlo manualmente.
Inconvenientes de tener un servidor doméstico en el hogar
No obstante, no todo son cosas positivas a la hora de tener un servidor propio en nuestra casa. También, vamos a tener que enfrentarnos a una serie de problemas que debemos solventar.
El primer factor importante para tener en cuenta es la carga de trabajo que va a tener. Si, por ejemplo, va a realizar tareas básicas no habría ningún motivo para preocuparse. Sin embargo, si va a manejar grandes cantidades datos, la cosa se complica si no tenemos el hardware adecuado. Entonces para poder trabajar de forma eficiente con un servidor doméstico se podría requerir de un importante desembolso económico en hardware.
El segundo problema al que nos podríamos enfrentar dependerá de nuestra conexión a internet. Aquí la velocidad contratada juega un papel importante. Afortunadamente, las cosas han cambiado bastante en ese sentido. Ahora, la fibra óptica está muy extendida, y las conexiones simétricas están a la orden del día. Recordad que no hace mucho la velocidad de descarga era muy superior a la de subida. Salvo que tengas ADSL, en principio no deberías tener muchos problemas, como mucho quizás tengas que subir la velocidad contratada.
También otro detalle que más tarde o más temprano nos va a tocar con un servidor doméstico es que son difíciles de escalar. Con el paso del tiempo se van quedando obsoletos y requieren prácticamente una renovación de hardware completa. Además, un aspecto muy importante es que va a incrementar nuestro recibo de la luz, aunque dependerá del hardware utilizado, normalmente los servidores NAS domésticos no suelen tener un consumo energético alto.
Otro aspecto importante es que la seguridad está en nuestras manos. En este aspecto debemos ser nosotros los que nos preocupemos de que:
El sistema operativo este actualizado.
El software que utilicemos tenga la última versión instalada. Esto es especialmente importante con el antivirus.
Esto no es positivo, ni negativo, todo depende del interés con el que nos tomemos la tarea. Si lo hacemos de forma eficiente podríamos estar mejor protegidos que en un servicio de hosting o Cloud.
Por último, los conocimientos para montarnos un servidor doméstico o un servidor NAS son necesarios, tanto a nivel de hardware si vamos a montarnos nuestro propio servidor, como a nivel de software para configurar correctamente todos los parámetros que necesitaremos. Si no tienes ningún conocimiento, siempre va a ser mejor que recurras a servicios de almacenamiento en la nube tipo Google Drive, OneDrive o Dropbox entre otros, ya que no tendrás que preocuparte ni del hardware ni del software.
Tareas a las que podemos dedicar un servidor doméstico
Una vez que ya conocemos todos los pros y contras de tener servidor doméstico, es el turno de explicar para que podemos usarlo. Evidentemente según el uso y ancho de banda que necesite se deben aumentar las capacidades de ese equipo.
Por ejemplo, una de las cosas que podríamos hacer sería alojar nuestra propia web. En ese sentido podríamos tener en casa:
La web de nuestra pequeña empresa.
Un blog personal o un foro.
También podríamos tener alojado un servidor FTP en nuestro servidor doméstico. Gracias a él, si le damos acceso al exterior, podremos descargar nuestros archivos cuando estemos fuera de casa.
Por otra parte, podríamos crear un servidor multimedia para que los habitantes de ese domicilio puedan disfrutar de contenidos en streaming. Así, de este modo podría visionar series, películas o simplemente escuchar música. Si haces uso de Plex Media Server, podrías montarte tu propio Netflix en casa. Además, podríamos utilizarlo como gestor de descargas P2P añadiéndole un cliente eMule o Torrent. Luego lo único que tendríamos que hacer es acceder a él, añadir nuestras descargas y gestionarlas.
Cada día la gente es más aficionada a jugar on-line. Otra posibilidad que podríamos tener en nuestra casa es un servidor de juegos. Imagina la posibilidad de jugar sólo con tus amigos un partido amistoso. También te da la posibilidad de abrirlo a todo el mundo y ser el administrador. Así, lo configuras según tus reglas y se establece el modo de juego que más te gusta.
Otra posibilidad que nos queda es configurarlo como servidor de domótica y seguridad. En este sentido lo podríamos utilizar para controlar nuestras cámaras de videovigilancia y sus grabaciones. Además, también podríamos controlar enchufes inteligentes y otros aparatos de domótica.
Cómo podéis ver, tenemos múltiples posibilidades para hacer con un servidor doméstico. No tiene por qué ser una, pueden ser varias a la vez o incluso por separado. Lo único, que cuanta más carga de trabajo tenga simultáneamente, necesitaremos un hardware más potente.
Qué equipos podemos utilizar para hacer un servidor doméstico
Con el paso del tiempo, nuestro PC se va quedando obsoleto. Si lo destinamos a jugar, llega un momento que, aunque lo ampliemos con una gráfica nueva, ya no la puede aprovechar. Eso es porque se produce un efecto llamado cuello de botella. Lo que pasa es que la CPU no es capaz de aprovechar toda la información que le envía la gráfica. En ese caso, incluso con una inferior obtendríamos los mismos resultados.
¿Qué hacemos con ese PC? Pensad que, aunque para algunas tareas se haya quedado obsoleto, para otras sigue siendo válido. Una de ellas puede ser convertir nuestro antiguo PC en un servidor doméstico. Lo único que necesitaríamos es comprar uno o varios discos duros si nos hace falta.
Un servidor domestico generalmente se tiene encendido las 24 horas del día. Lo primero que tendríamos que hacer es abrir esa caja y limpiarla fondo. Tened en cuenta que el calor y el polvo son los enemigos principales de los componentes electrónicos. También se podría pensar en añadir algún ventilador adicional a la caja si lo veis necesarios para mejorar la refrigeración.
El siguiente paso sería hacer una instalación limpia del sistema operativo. Para lo cual formatear previamente el disco duro donde se va a instalar es buena idea. A continuación, hay que hacer una instalación lo más sencilla posible. En este caso consistirá en añadir sólo los programas que necesitemos.
Cuantos menos servicios tengas funcionando al mismo tiempo, más recursos disponibles tendrá e irá más fluido. Por ejemplo, una cosa que podríamos instalar es un servidor FTP.
Sería muy recomendable, utilizar sistemas operativos orientados a NAS como FreeNAS/TrueNAS, XigmaNAS, OpenMediaVault e incluso XPenology, gracias a estos sistemas operativos, podrás tener una gran cantidad de servicios preinstalados y preconfigurados, sin necesidad de tener amplios conocimientos de servidores.
Otra alternativa que podríamos utilizar para hacer nuestro servidor doméstico sería comprar un NAS. A efectos prácticos, es un dispositivo de almacenamiento conectado a la red. Un NAS lo podríamos considerar como un ordenador con su propio sistema operativo, CPU y RAM. Luego, le tenemos que añadir los discos duros al igual que con un PC. Una de las cosas para las que ya vienen preparados es para que podamos crear nuestra propia nube privada, aunque se le pueden añadir más funcionalidades.
Por último, también podríamos montar nuestro servidor doméstico utilizando opciones muchísimo más económicas. Una de ellas sería utilizando una Raspberry Pi, siempre la última versión disponible que será la más potente.
En resumen, tenéis muchas alternativas para haceros con un servidor doméstico propio sin que el coste económico sea alto.
Comments